La vida es un movimiento continuo de experiencias, a veces imperceptibles para nosotros, pero que nos permite abrirnos a nuestro verdadero origen; existen unos momentos de conexión y es en estos momentos cuando reconocemos que estamos vivos y que vale la pena estarlo, a pesar de los estados de cansancio, desesperanza y a veces desesperación.Cuando conectamos con nuestra esencia, nos damos cuenta que ésta no se debilitará por experiencias contrarias a lo que nuestra mente idealiza y que... después de la sombra aparece de nuevo LA LUZ QUE ILUMINA NUESTRO CAMINO.
jueves, 29 de julio de 2010
LA LUZ QUE ILUMINA EL CAMINO
Publicado por trinidad en 11:40
Etiquetas: AUTOOBSERVACION
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Conectar con mi esencia se ha convertido en la única manera de acabar con esos periodos en los que me pierdo.
Somos curiosas las perosnas, cómocaemos una y otra vez en la desesperanza incluso sabiendo que es una fantasía.
Iluminada quedo con tu entrada.
Un beso
Si querida Añil, caemos en la desesperanza incluso sabiendo que es una fantasía, lo importante es estar cada vez menos tiempo en este estado.
Besos.
Así es, caemos pero siempre va a aparecer ese momento de luz interior en el que volvemos a sentirnos plenos por dentro. Y luego hay fases, dentro de nuestra evolución personal, en las que vivimos nuestra particular "noche oscura", de la que se saca mucho provecho.
Muchos besos, Iris.
Hola Julio, es un lujo para mi que te pasees por mi rincón, me encanta como cuantas las cosas. Espero volver a verte por aquí. Muchos besos también para ti.
Publicar un comentario