He vuelto y todavía el mar
me dirige extrañas espumas,
no se aconstumbra con mis ojos,
la arena no me reconoce.
No tiene sentido volver sin anunciarse,al ocèano:
èl no sabe que uno volviò
ni sabe que uno estuvo ausente
y està tan ocupada el agua
con tantos asuntos azules
que uno ha llegado y no se sabe:
las olas mantienen su canto
y aunque el mar tiene muchas manos,
muchas bocas y muchos besos
no te ha dado nadie la mano,no te besa ninguna boca
y hay que darse cuenta de pronto
de la poca cosa que somos:
ya nos creiamos amigos,
volvemos abriendo los brazos
y aquì està el mar,sigue su baile
sin preocuparse de nosotros.
Tendrè que esperar la neblina,
la sal aèrea,el sol disperso,
que el mar respire y me respire,
porque no sòlo es agua el agua
sino invasiones vaporosas,
y en el aire siguen las olas
como caballos invisibles.
Por eso tengo que aprender
a nadar dentro de mis sueños
no vaya a venir el mar
a verme cuando estè dormido!
Si asì sucede estarà bien
y cuando despierte mañana.
las piedras mojadas,la arena
y el gran movimiento sonoro
sabràn quièn soy yo y porque vuelvo,
me aceptaràn en su instituto.
Y yo serè otra vez feliz
en la soledad de la arena,
desarrollado por el viento
y estimado por la marina.
(Pablo Neruda)